Los proyectos de triple impacto son una propuesta para tener en cuenta no solo el aspecto económico de una iniciativa o emprendimiento, sino también el aspecto ambiental y el social.
Muchas veces, cuando hablamos de ambientalismo, de cambios en la forma de consumo y de la necesidad de adoptar políticas públicas ambientales, desde muchos sectores nos acusan de querer frenar el desarrollo económico. Pero no es así, cambiar nuestra forma de producir y consumir no tiene por qué impactar negativamente en el factor económico, más bien, todo lo contrario.
Por eso hoy quiero presentarles el concepto de “triple impacto”, que tiene que ver con tener en cuenta no solo el aspecto económico de una medida o un proyecto, sino también el aspecto ambiental y el social.
Un proyecto que vincula estos tres ejes busca, por un lado, generar una ganancia económica, al mismo tiempo que incluye o beneficia a los sectores más vulnerados de la sociedad y, además, tiene un impacto ambiental positivo.
Este planteo no es utópico, es más que real y es el camino que muchos emprendedores del mundo y de nuestro país están eligiendo a la hora de pensar sus proyectos.
¿Cómo hacemos los consumidores para apoyar las propuestas de triple impacto? Fácil: eligiendo adquirir sus productos y servicios antes de caer en las grandes cadenas de siempre. Para eso es importante empezar a preguntarnos: ¿de dónde vienen los productos que consumo, ¿Quién los fabrica? ¿de qué material están hechos?
Algunos consejos para ir orientando la búsqueda pueden ser:
- elegir emprendimientos
- locales
- que utilicen materia prima sostenible/biodegradable o reutilizada
- que contraten personas de barrios carenciados
- que parte de la ganancia sea destinada a proyectos sociales